Descubren bóveda con esqueletos humanos en Washington Square Park de NY

Trabajadores de la ciudad de New York hicieron el espeluznante descubrimiento de varios esqueletos, cerca de la Universidad de New York en el barrio de Greenwich del bajo Manhattan. Mientras realizaban trabajos de mantenimiento en la zona, se encontraron con varios ataúdes llenos de restos humanos que fueron enterrados debajo del Village Square Park posiblemente hace dos siglos; este es uno de los puntos más turísticos de la gran manzana. Antropólogos ahora esperan poder identificar los cuerpos que fueron enterrados cientos de años atrás.

Los trabajadores reemplazaban la principal tubería de agua cerca del Washington Square Park, uno de los iconos de la ciudad y un sitio especial para los amantes a lo alternativo, así como intelectuales, músicos y protestantes. Personal de mantenimiento descubrieron los restos de lo que ellos creen pueden ser parte de un cementerio que pertenecía a una iglesia presbiteriana, dijo uno de los arqueólogos que llego al sitio. Una de las tumbas de aproximadamente 15 a 18 pies estaba claramente revuelta con osamentas y esqueletos que se cree son de 9 a 12 personas en un rincón de la tumba, mientras otra docena se encontraban apilados en ataúdes de madera.

“Nunca sabes que te puedes encontrar debajo de las calles de cualquier gran ciudad” Alyssa Loorya dijo cuando llego a investigar los restos descubiertos en la zona de Greenwich. “La gente entierra a sus muertos para recordarlos, y estos claramente fueron olvidados.” Dijo a la agencia AP. La historia de New York está enterrada debajo de una gran jungla de concreto y el trabajo interior que se está reemplazando pone al descubierto su pasado, dijeron los especialistas.

Los últimos informes dicen que se encontraron dos bóvedas que fueron enterradas hace unos 200 años atrás, una de las criptas mide de 4.5 metros por 5.5, mientras que los arqueólogos encontraron evidencia de que fue asaltada en algún momento, ya que una docena de huesos se encontraron amontonados en una esquina, mientras que en la otra bóveda había otra cantidad similar de ataúdes con los esqueletos dentro.

Aunque las osamentas son muy antiguas los especialistas no pierden la esperanza de poder identificar algunos de los cuerpos enterrados debajo de las calles de la ciudad de hierro. Los arqueólogos han dicho que no descartaran la posibilidad de revisar los periódicos y las muertes certificadas de entonces en caso de ser necesario.